El domingo 5 de junio, Carlos y su mujer, madrugaron para recibirnos con mates y algunas cosas dulces para desayunar. Por nuestra parte, decidimos llevarles algunos obsequios a modo de agradecimiento por su buena predisposición a lo largo de todo este tiempo.
Al finalizar el día, logramos grabar todo lo pautado y más, ya que pudimos dar un pase en su bote y capturar algunas imágenes más de la isla. Esto fue una sorpresa agradable para nosotras debido a que los encuentros anteriores nos contó que estaba todo y que no tenia dinero para repararlo.
A la hora de despedirnos, le agradecimos a los dos por ayudarnos y permitirnos vivir esta experiencia tan linda para nosotras. Además, quedamos en contacto con ellos para organizar un almuerzo próximamente en la isla con el objetivo de mirar el trabajo terminado y pasar un momento más distendido todos juntos.
Ni la distancia ni el tiempo son excusas para llegar a diferentes lugares y conocer gente nueva. Es un desafío. Es encontrarse con otras formas de vida y con otras realidades que hasta pueden llegarnos a resultar desconocidas.... Es vivir la aventura!
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